viernes, 2 de noviembre de 2018

Esquizofrenia

Esquizofrenia y otras psicosis

La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a alrededor de 21 millones de personas de todo el mundo. Las psicosis, entre ellas la esquizofrenia, se caracterizan por anomalías del pensamiento, la percepción, las emociones, el lenguaje, la percepción del yo y la conducta. Las psicosis suelen ir acompañadas de alucinaciones (oír, ver o percibir algo que no e
xiste) y delirios (ideas persistentes que no se ajustan a la realidad de las que el paciente está firmemente convencido, incluso cuando hay pruebas de lo contrario). Estos trastornos pueden dificultar que la persona trabaje o estudie con normalidad.
La estigmatización y la discriminación se pueden traducir en una falta de acceso a los servicios sociosanitarios. Además, hay un riesgo elevado de que no se respeten los derechos humanos de las personas afectadas, por ejemplo mediante su internamiento prolongado en centros psiquiátricos.
La esquizofrenia suele debutar al final de la adolescencia o el principio de la edad adulta. El tratamiento con fármacos y apoyo psicosocial es eficaz. Con un tratamiento adecuado y apoyo social, los pacientes pueden llevar una vida productiva e integrarse en la sociedad. La facilitación de la vivienda asistida, las subvenciones para la vivienda y las ayudas para la inserción laboral son medidas de apoyo para que las personas que padecen trastornos mentales graves, como la esquizofrenia, vayan superando etapas en su rehabilitación y superen los obstáculos que les dificultan encontrar y mantener un empleo y una vivienda.

Causas

La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en salud mental no están seguros de cuál es su causa. Es posible que influyan los genes.
Se presenta por igual en hombres y mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia o en los primeros años de la adultez, pero puede empezar más tarde en la vida. Tiende a empezar más tarde en las mujeres y es una afección más leve.
La esquizofrenia en los niños por lo general comienza después de los 5 años de edad. Es poco común en la niñez y puede ser difícil diferenciarla de otros problemas del desarrollo, como el trastorno del espectro autista
La esquizofrenia es el resultado de la interacción de numerosos factores. La teoría en la que se basan actualmente los científicos es que existiría una alteración en el desarrollo del sistema nervioso central, ya desde la vida prenatal, que podría explicar el funcionamiento anómalo posterior.
Los factores de riesgo que pueden predisponer a la enfermedad son:
Predisposición genética.
La esquizofrenia es más frecuente entre los familiares de los pacientes esquizofrénicos. Aun así, incluso entre gemelos genéticamente idénticos, es posible que uno tenga la enfermedad y el otro no. Por tanto, la genética tiene un peso importante como factor que facilita o que predispone el desarrollo de la enfermedad, aunque no siempre es el único determinante.
Porcentaje de aparición:
Población general: 1%.
Hermanos no gemelos: 8%.
Hijos de progenitor afectado: 12%.
Hijo de dos progenitores afectados: 40%.
Hermanos gemelos dicigotos: 12%.
Hermanos gemelos monocigotos: 47%.
Diversas alteraciones durante el desarrollo nervioso del feto (por ejemplo, infecciones prenatales), problemas durante el nacimiento o en el posparto, podrían estar asociados a un aumento del riesgo de sufrir la enfermedad.
Otros factores pueden actuar como moduladores sobre el curso de la enfermedad y precipitar su desencadenamiento o una recaída, como por ejemplo:
Estresantes ambientales.
Acontecimientos vitales entorno a una persona predispuesta pueden condicionar el inicio de la enfermedad o posteriores recaídas.
Incumplimiento de la medicación.
Muchas de las recaídas se deben a que existe un abandono de la medicación. Algunos de los factores que favorecen este incumplimiento son: el cansancio ante la necesidad de un tratamiento prolongado, la aparición de efectos secundarios, el estigma de estos medicamentos o la no aceptación de la enfermedad.
Consumo de sustancias tóxicas: el alcohol, el cannabis, los derivados anfetamínicos (por ejemplo el éxtasis) y la cocaína, entre otros, favorecen una peor evolución, con un mayor número de recaídas..

Causas

La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en salud mental no están seguros de cuál es su causa. Es posible que influyan los genes.
Se presenta por igual en hombres y mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia o en los primeros años de la adultez, pero puede empezar más tarde en la vida. Tiende a empezar más tarde en las mujeres y es una afección más leve.
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¿Cómo se manifiesta?
Cuando una enfermedad se localiza en el sistema nervioso central puede manifestarse con cambios de comportamiento, que pueden parecer «no correctos y poco habituales», pero que no son más que el resultado de una alteración en la zona cerebral que controla el comportamiento y el pensamiento coherentes.
Esta enfermedad incluye, pues, síntomas que traducirán la existencia de una alteración en los pensamientos, el afecto, las percepciones y la conducta de la persona.
Existe una gran variedad de manifestaciones clínicas, lo que en ocasiones puede hacernos pensar que diagnosticamos con el mismo nombre a pacientes que se parecen poco entre sí. Hasta el momento, existen diferentes subtipos de esquizofrenia descritos, según que predominen unos síntomas y signos más que otros, y según cómo se manifiesten en cada caso (paranoide, hebefrénica, simple, catatónica, etc.).
Los síntomas se clasifican en dos apartados: síntomas positivos y síntomas negativos.
Síntomas positivos: se conocen así las percepciones, ideas y comportamientos patológicos que presenta el enfermo, pero que no aparecen en la población general. No hay que atribuirlo a que «el enfermo se inventa cosas», porque realmente él cree que está viviendo en esa nueva y propia realidad percibida. En este momento no tiene conciencia de la enfermedad y no es recomendable contraponer de forma drástica sus ideas frente a las de los familiares. Entre estos síntomas, destacan los que se exponen a continuación. Otros síntomas que presentan estos enfermos y que no están incluidos en estas clasificaciones son: creer que la gente puede saber lo que piensan, que pueden imponerles determinados pensamientos, o robarles ideas propias, etc.
  • Ideas delirantes: son aquellas creencias personales que tiene el paciente, quien cree, con total convencimiento de la realidad, que están sucediendo, cuando no es así. Según la temática de lo que explique podemos tener diferentes ejemplos de ideación delirante: creer que lo persiguen, que es una persona escogida por Dios, que todo el mundo lo observa...
  • Alucinaciones: son aquellas percepciones sensoriales que el enfermo tiene sin que exista un estímulo. Las más frecuentes son las alucinaciones auditivas (oír voces cuando nadie está hablando), aunque también pueden ser visuales, gustativas...
  • Desorganización del pensamiento: consiste en la incapacidad de organizar un pensamiento coherente, de manera que en muchas ocasiones el lenguaje resultará inconexo y carente de sentido.
  • Alteraciones de la conducta: pueden aparecer conductas extravagantes y erráticas, sin ninguna finalidad clara.
Síntomas negativos: se llaman así porque las conductas habituales de la población general no afectada faltan o están disminuidas en el enfermo. A veces pueden ser más difíciles de detectar puesto que, en un primer momento, no llaman tanto la atención.
De entre todos los síntomas, los observados con más frecuencia en pacientes esquizofrénicos son: falta de conciencia de la enfermedad, afectividad aplanada, retraimiento social, ideas delirantes, pérdida de intereses y del cuidado del aspecto personal, alucinaciones auditivas y apatía. La falta de conciencia de enfermedad es uno de los que más dificultan el tratamiento y complican el pronóstico.
Otros síntomas son:
  • Apatoabulia: pérdida de la iniciativa para desarrollar propósitos y finalizarlos.
  • Anhedonia: pérdida de la capacidad de disfrutar con las cosas que habitualmente le gustaba hacer.
  • Aislamiento social: disminución del interés por las relaciones sociales, con tendencia a las actividades solitarias.
  • Afectividad aplanada: reducción de la intensidad de la expresión y de la respuesta emocional. Se manifiesta por expresión facial inmutable, disminución de los movimientos espontáneos, pobreza en la gesticulación, poco contacto visual, disminución del tono de la voz y de la cantidad de palabras cuando habla.
  • Otros: lentitud o bloqueo en la conversación, dificultades para establecer relaciones con otras personas, etc.
Tratamiento
  • Vértigo
  • Sensaciones de inquietud o nerviosismo
  • Somnolencia (sedación)
  • Movimientos lentos
  • Temblor
  • Aumento de peso
  • Hacerle frente a los síntomas que persisten, incluso mientras esté tomando medicamentos
  • Llevar un estilo de vida saludable, que incluye dormir bien y evitar las drogas psicoactivas
  • Tomar los medicamentos correctamente y manejar los efectos secundarios
  • Estar atento al regreso de los síntomas y saber qué hacer cuando reaparezcan
  • Conseguir los servicios de apoyo apropiados
Durante un episodio de esquizofrenia, la persona puede necesitar hospitalización por razones de seguridad.
MEDICAMENTOS
Los medicamentos antipsicóticos son el tratamiento más efectivo para la esquizofrenia. Estos cambian el equilibrio de químicos en el cerebro y pueden ayudar a controlar los síntomas.
Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios, pero muchos efectos secundarios pueden manejarse. Los efectos secundarios no deben impedir que la persona reciba tratamiento para este serio trastorno.
Los efectos secundarios comunes de los antipsicóticos pueden incluir:
El uso prolongado de antipsicóticos puede incrementar el riesgo de un trastorno del movimiento llamado discinesia tardía. Esta enfermedad provoca movimientos repetitivos que la persona no puede controlar. Llame a su proveedor de atención médica enseguida si usted o un miembro de la familia puede tener esta afección debido a un medicamento.
Cuando la esquizofrenia no mejora con antipsicóticos, se puede probar con otros medicamentos.
La esquizofrenia es una enfermedad crónica y la mayoría de las personas que la padecen necesitan estar con medicación antipsicótica de por vida.
PROGRAMAS Y TERAPIAS DE APOYO
La psicoterapia de apoyo puede ser útil para muchas personas con esquizofrenia. Las técnicas conductistas, tales como el entrenamiento de habilidades sociales, pueden ayudarle a la persona a desempeñarse mejor en situaciones sociales y laborales. El entrenamiento en el trabajo y las clases de fortalecimiento de las relaciones también son importantes.
Los miembros de la familia y los cuidadores son muy importantes durante el tratamiento. La terapia puede enseñar habilidades importantes, como:
El pronóstico es difícil de predecir. La mayoría de las veces, los síntomas mejoran con medicamentos. Pero muchas personas pueden tener dificultad para desempeñarse. Están en riesgo de episodios repetitivos, especialmente durante las etapas iniciales de la enfermedad.
Las personas con esquizofrenia pueden necesitar apoyo en el hogar, rehabilitación ocupacional y otros programas de apoyo comunitario. Las personas que sufren las formas más graves de este trastorno probablemente sean incapaces de vivir solas y necesiten vivir en hogares comunitarios u otros lugares estructurados por largo tiempo.
Es muy probable que los síntomas reaparezcan cuando se suspenda el medicamento.

Posibles complicaciones

Tener esquizofrenia incrementa su riesgo de:
  • Desarrollar un problema con el alcohol o las drogas. El consumo de estas sustancias aumenta las probabilidades de reaparición de los síntomas.
  • Enfermedad física. Esto se debe a un estilo de vida inactivo y a los efectos secundarios de los medicamentos.
  • Suicidio.
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