viernes, 2 de noviembre de 2018

Autismo

Una Descripción


El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés). Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 59 individuos y a 1 de cada 37 niños varones.

Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.

Los trastornos del espectro autista se pueden diagnosticar formalmente a la edad de 3 años, aunque nuevas investigaciones están retrocediendo la edad de diagnóstico a 6 meses. Normalmente son los padres quienes primero notan comportamientos poco comunes en su hijo o la incapacidad para alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil. Algunos padres explican que su hijo parecía diferente desde su nacimiento y otros, que iba desarrollándose normalmente y luego perdía aptitudes. Puede que inicialmente los pediatras descarten las señales del autismo pensando que el niño podrá alcanzar el nivel deseado y le aconsejan a los padres que esperen y vean como se desarrolla. Nuevas investigaciones muestran que cuando los padres sospechan que hay algo mal con su hijo, generalmente están en lo correcto. Si tienes inquietudes acerca del desarrollo de tu hijo, no esperes y habla con su pedíatra para que sea evaluado.

Si a tu niño lo han diagnosticado con autismo, una intervención temprana es crítica para que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes. Aunque para los padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como “autista”, entre más pronto se haga el diagnóstico cuanto antes se podrá actuar. Actualmente no existen medios efectivos para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura. Sin embargo, las investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede tener mejoras significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista. Tan pronto como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.
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CAUSAS

Con frecuencia las causas del autismo son desconocidas; aunque en muchos casos se sospecha que se debe a cambios o mutaciones en los genes, no todos los genes involucrados en el desarrollo de esta enfermedad han sido identificados. Las investigaciones científicas han relacionado la aparición del autismo en el niño con las siguientes causas:
  • Agentes genéticos como causa del autismo: se ha demostrado que en el trastorno autista existe una importante base genética. En estudios clínicos desarrollados con mellizos, se ha observado que cuando se detecta el trastorno en uno de los hermanos, existe un alto porcentaje (en torno a un 90%) de probabilidades de que el otro hermano también lo desarrolle. Si el estudio se ha llevado a cabo en el ámbito familiar, las estadísticas muestran que existe un 5% de probabilidades de aparición en el neonato en el caso de que tenga un hermano con el trastorno, que es una probabilidad bastante superior a la que tendría en el caso de que no existieran antecedentes documentados en su familia. Estos datos indican claramente una carga genética ligada al trastorno autista. Las investigaciones tienen por objeto determinar los genes involucrados en la aparición del trastorno, y ya han establecido la relación directa entre la inhibición del gen de la neuroligina NL1 y el desarrollo de autismo, aunque se sabe que hay más genes implicados. De hecho, se establece que deben estar presentes hasta 15-20 alteraciones genéticas a la vez para que se exprese de manera completa el autismo. Algunas teorías, incluso, tratan de relacionarlo con el síndrome del X frágil.
  • Agentes neurológicos como causa del autismo: se han constatado alteraciones neurológicas, principalmente en las áreas que coordinan el aprendizaje y la conducta, en aquellos pacientes diagnosticados de trastornos del espectro autista. Particularmente, la epilepsia está relacionada con el autismo, pues un tipo concreto, el síndrome de West, desarrolla autismo hasta en una quinta parte de los casos y viceversa.
  • Agentes bioquímicos como causa del autismo: se han podido determinar alteraciones en los niveles de ciertos neurotransmisores, principalmente serotonina y triptófano.
  • Agentes infecciosos y ambientales como causa del autismo: determinadas infecciones o exposición a ciertas sustancias durante el embarazo pueden provocar malformaciones y alteraciones del desarrollo neuronal del feto que, en el momento del nacimiento, pueden manifestarse con diversas alteraciones como, por ejemplo, trastornos del espectro autista.
  • Otras posibles causas del autismo: se han estipulado otras razones, como las complicaciones obstétricas durante el parto, el abuso de drogas como la cocaína por parte de la mujer embarazada, o el uso de medicamentos antiepilépticos, aunque su base científica no está absolutamente demostrada.

TIPOS DE AUTISMO

Los trastornos generalizados del desarrollo (TGD), entre los que se encuentra el autismo, se caracterizan porque los afectados tienen dificultades para desenvolverse en diversas áreas: la comunicación (verbal y no verbal), la interacción social, y la realización de actividades, que se ve limitada en número y presenta un patrón repetitivo y monótono.
El Manual Estadístico y Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM) en su última revisión, DSM-IV, incluye cinco trastornos bajo la categoría de los Trastornos Generalizados del desarrollo: trastorno autista, síndrome de Asperger, síndrome de Rett, trastorno de desintegración infantil, y trastorno generalizado del desarrollo no especificado
Los trastornos generalizados del desarrollo (TGD), entre los que se encuentra el autismo, se caracterizan porque los afectados tienen dificultades para desenvolverse en diversas áreas: la comunicación (verbal y no verbal), la interacción social, y la realización de actividades, que se ve limitada en número y presenta un patrón repetitivo y monótono.
El Manual Estadístico y Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM) en su última revisión, DSM-IV, incluye cinco trastornos bajo la categoría de los Trastornos Generalizados del desarrollo: trastorno autista, síndrome de Asperger, síndrome de Rett, trastorno de desintegración infantil, y trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
El diagnóstico diferencial entre los diversos trastornos se establece atendiendo aspectos como el grado de desarrollo del lenguaje, la edad en que aparecieron los primeros síntomas y la severidad del trastorno. No existen pruebas médicas específicas que determinen de qué trastorno se trata y, por lo tanto, el diagnóstico de los distintos tipos de autismo se basa en la observación de las manifestaciones clínicas y entrevistas con el paciente y su familia.
  • Autismo infantil o síndrome de Kanner: es una afectación en mayor o menor grado de las tres esferas principales del autismo (interacción social, lenguaje verbal y corporal, y restricción de comportamientos con acciones muy repetitivas e inmotivadas).    
  • Síndrome de Asperger: forma bastante leve de autismo en la cual los pacientes no son capaces de interpretar los estados emocionales ajenos (carecen de empatía). Estas personas son incapaces de relacionar la información facilitada por el entorno y el lenguaje corporal de las personas acerca de los estados cognitivos y emocionales de estas. Mantienen un desarrollo normal tanto del lenguaje como de su situación intelectual.
  • Síndrome de Rett: trastorno cognitivo raro (afecta aproximadamente a 1 de cada 10.000 personas, principalmente del sexo femenino) que se manifiesta durante el segundo año de vida, o en un plazo no superior a los 4 primeros años de vida. Se caracteriza por la aparición de graves retrasos en el proceso de adquisición del lenguaje y de la coordinación motriz.  En un porcentaje alto de los pacientes se asocia con retraso mental grave. En un porcentaje alto de los pacientes se asocia con retraso mental grave o leve. El proceso de deterioro cognitivo es persistente y progresivo.
  • Trastorno de desintegración infantil: aparece un proceso súbito y crónico de regresión profunda y desintegración conductual tras 3-4 años de desarrollo cognitivo y social correctos. Habitualmente existe un primer periodo de síntomas característicos (irritabilidad, inquietud, ansiedad y relativa hiperactividad), al que sigue la pérdida progresiva de capacidades de relación social, con alteraciones marcadas de las relaciones personales, de habla y lenguaje, pérdida o ausencia de interés por los objetos, con instauración de estereotipias y manierismos. Suelen presentar crisis epilépticas.
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PDD-NOS): Se diagnostica a niños que presentan dificultades de comunicación, socialización y comportamiento, pero que no cumplen los criterios específicos para el diagnóstico de ninguno de los otros trastornos generalizados del desarrollo.
  • Tipos de autismo

Esquizofrenia

Esquizofrenia y otras psicosis

La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a alrededor de 21 millones de personas de todo el mundo. Las psicosis, entre ellas la esquizofrenia, se caracterizan por anomalías del pensamiento, la percepción, las emociones, el lenguaje, la percepción del yo y la conducta. Las psicosis suelen ir acompañadas de alucinaciones (oír, ver o percibir algo que no e
xiste) y delirios (ideas persistentes que no se ajustan a la realidad de las que el paciente está firmemente convencido, incluso cuando hay pruebas de lo contrario). Estos trastornos pueden dificultar que la persona trabaje o estudie con normalidad.
La estigmatización y la discriminación se pueden traducir en una falta de acceso a los servicios sociosanitarios. Además, hay un riesgo elevado de que no se respeten los derechos humanos de las personas afectadas, por ejemplo mediante su internamiento prolongado en centros psiquiátricos.
La esquizofrenia suele debutar al final de la adolescencia o el principio de la edad adulta. El tratamiento con fármacos y apoyo psicosocial es eficaz. Con un tratamiento adecuado y apoyo social, los pacientes pueden llevar una vida productiva e integrarse en la sociedad. La facilitación de la vivienda asistida, las subvenciones para la vivienda y las ayudas para la inserción laboral son medidas de apoyo para que las personas que padecen trastornos mentales graves, como la esquizofrenia, vayan superando etapas en su rehabilitación y superen los obstáculos que les dificultan encontrar y mantener un empleo y una vivienda.

Causas

La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en salud mental no están seguros de cuál es su causa. Es posible que influyan los genes.
Se presenta por igual en hombres y mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia o en los primeros años de la adultez, pero puede empezar más tarde en la vida. Tiende a empezar más tarde en las mujeres y es una afección más leve.
La esquizofrenia en los niños por lo general comienza después de los 5 años de edad. Es poco común en la niñez y puede ser difícil diferenciarla de otros problemas del desarrollo, como el trastorno del espectro autista
La esquizofrenia es el resultado de la interacción de numerosos factores. La teoría en la que se basan actualmente los científicos es que existiría una alteración en el desarrollo del sistema nervioso central, ya desde la vida prenatal, que podría explicar el funcionamiento anómalo posterior.
Los factores de riesgo que pueden predisponer a la enfermedad son:
Predisposición genética.
La esquizofrenia es más frecuente entre los familiares de los pacientes esquizofrénicos. Aun así, incluso entre gemelos genéticamente idénticos, es posible que uno tenga la enfermedad y el otro no. Por tanto, la genética tiene un peso importante como factor que facilita o que predispone el desarrollo de la enfermedad, aunque no siempre es el único determinante.
Porcentaje de aparición:
Población general: 1%.
Hermanos no gemelos: 8%.
Hijos de progenitor afectado: 12%.
Hijo de dos progenitores afectados: 40%.
Hermanos gemelos dicigotos: 12%.
Hermanos gemelos monocigotos: 47%.
Diversas alteraciones durante el desarrollo nervioso del feto (por ejemplo, infecciones prenatales), problemas durante el nacimiento o en el posparto, podrían estar asociados a un aumento del riesgo de sufrir la enfermedad.
Otros factores pueden actuar como moduladores sobre el curso de la enfermedad y precipitar su desencadenamiento o una recaída, como por ejemplo:
Estresantes ambientales.
Acontecimientos vitales entorno a una persona predispuesta pueden condicionar el inicio de la enfermedad o posteriores recaídas.
Incumplimiento de la medicación.
Muchas de las recaídas se deben a que existe un abandono de la medicación. Algunos de los factores que favorecen este incumplimiento son: el cansancio ante la necesidad de un tratamiento prolongado, la aparición de efectos secundarios, el estigma de estos medicamentos o la no aceptación de la enfermedad.
Consumo de sustancias tóxicas: el alcohol, el cannabis, los derivados anfetamínicos (por ejemplo el éxtasis) y la cocaína, entre otros, favorecen una peor evolución, con un mayor número de recaídas..

Causas

La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en salud mental no están seguros de cuál es su causa. Es posible que influyan los genes.
Se presenta por igual en hombres y mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia o en los primeros años de la adultez, pero puede empezar más tarde en la vida. Tiende a empezar más tarde en las mujeres y es una afección más leve.
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¿Cómo se manifiesta?
Cuando una enfermedad se localiza en el sistema nervioso central puede manifestarse con cambios de comportamiento, que pueden parecer «no correctos y poco habituales», pero que no son más que el resultado de una alteración en la zona cerebral que controla el comportamiento y el pensamiento coherentes.
Esta enfermedad incluye, pues, síntomas que traducirán la existencia de una alteración en los pensamientos, el afecto, las percepciones y la conducta de la persona.
Existe una gran variedad de manifestaciones clínicas, lo que en ocasiones puede hacernos pensar que diagnosticamos con el mismo nombre a pacientes que se parecen poco entre sí. Hasta el momento, existen diferentes subtipos de esquizofrenia descritos, según que predominen unos síntomas y signos más que otros, y según cómo se manifiesten en cada caso (paranoide, hebefrénica, simple, catatónica, etc.).
Los síntomas se clasifican en dos apartados: síntomas positivos y síntomas negativos.
Síntomas positivos: se conocen así las percepciones, ideas y comportamientos patológicos que presenta el enfermo, pero que no aparecen en la población general. No hay que atribuirlo a que «el enfermo se inventa cosas», porque realmente él cree que está viviendo en esa nueva y propia realidad percibida. En este momento no tiene conciencia de la enfermedad y no es recomendable contraponer de forma drástica sus ideas frente a las de los familiares. Entre estos síntomas, destacan los que se exponen a continuación. Otros síntomas que presentan estos enfermos y que no están incluidos en estas clasificaciones son: creer que la gente puede saber lo que piensan, que pueden imponerles determinados pensamientos, o robarles ideas propias, etc.
  • Ideas delirantes: son aquellas creencias personales que tiene el paciente, quien cree, con total convencimiento de la realidad, que están sucediendo, cuando no es así. Según la temática de lo que explique podemos tener diferentes ejemplos de ideación delirante: creer que lo persiguen, que es una persona escogida por Dios, que todo el mundo lo observa...
  • Alucinaciones: son aquellas percepciones sensoriales que el enfermo tiene sin que exista un estímulo. Las más frecuentes son las alucinaciones auditivas (oír voces cuando nadie está hablando), aunque también pueden ser visuales, gustativas...
  • Desorganización del pensamiento: consiste en la incapacidad de organizar un pensamiento coherente, de manera que en muchas ocasiones el lenguaje resultará inconexo y carente de sentido.
  • Alteraciones de la conducta: pueden aparecer conductas extravagantes y erráticas, sin ninguna finalidad clara.
Síntomas negativos: se llaman así porque las conductas habituales de la población general no afectada faltan o están disminuidas en el enfermo. A veces pueden ser más difíciles de detectar puesto que, en un primer momento, no llaman tanto la atención.
De entre todos los síntomas, los observados con más frecuencia en pacientes esquizofrénicos son: falta de conciencia de la enfermedad, afectividad aplanada, retraimiento social, ideas delirantes, pérdida de intereses y del cuidado del aspecto personal, alucinaciones auditivas y apatía. La falta de conciencia de enfermedad es uno de los que más dificultan el tratamiento y complican el pronóstico.
Otros síntomas son:
  • Apatoabulia: pérdida de la iniciativa para desarrollar propósitos y finalizarlos.
  • Anhedonia: pérdida de la capacidad de disfrutar con las cosas que habitualmente le gustaba hacer.
  • Aislamiento social: disminución del interés por las relaciones sociales, con tendencia a las actividades solitarias.
  • Afectividad aplanada: reducción de la intensidad de la expresión y de la respuesta emocional. Se manifiesta por expresión facial inmutable, disminución de los movimientos espontáneos, pobreza en la gesticulación, poco contacto visual, disminución del tono de la voz y de la cantidad de palabras cuando habla.
  • Otros: lentitud o bloqueo en la conversación, dificultades para establecer relaciones con otras personas, etc.
Tratamiento
  • Vértigo
  • Sensaciones de inquietud o nerviosismo
  • Somnolencia (sedación)
  • Movimientos lentos
  • Temblor
  • Aumento de peso
  • Hacerle frente a los síntomas que persisten, incluso mientras esté tomando medicamentos
  • Llevar un estilo de vida saludable, que incluye dormir bien y evitar las drogas psicoactivas
  • Tomar los medicamentos correctamente y manejar los efectos secundarios
  • Estar atento al regreso de los síntomas y saber qué hacer cuando reaparezcan
  • Conseguir los servicios de apoyo apropiados
Durante un episodio de esquizofrenia, la persona puede necesitar hospitalización por razones de seguridad.
MEDICAMENTOS
Los medicamentos antipsicóticos son el tratamiento más efectivo para la esquizofrenia. Estos cambian el equilibrio de químicos en el cerebro y pueden ayudar a controlar los síntomas.
Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios, pero muchos efectos secundarios pueden manejarse. Los efectos secundarios no deben impedir que la persona reciba tratamiento para este serio trastorno.
Los efectos secundarios comunes de los antipsicóticos pueden incluir:
El uso prolongado de antipsicóticos puede incrementar el riesgo de un trastorno del movimiento llamado discinesia tardía. Esta enfermedad provoca movimientos repetitivos que la persona no puede controlar. Llame a su proveedor de atención médica enseguida si usted o un miembro de la familia puede tener esta afección debido a un medicamento.
Cuando la esquizofrenia no mejora con antipsicóticos, se puede probar con otros medicamentos.
La esquizofrenia es una enfermedad crónica y la mayoría de las personas que la padecen necesitan estar con medicación antipsicótica de por vida.
PROGRAMAS Y TERAPIAS DE APOYO
La psicoterapia de apoyo puede ser útil para muchas personas con esquizofrenia. Las técnicas conductistas, tales como el entrenamiento de habilidades sociales, pueden ayudarle a la persona a desempeñarse mejor en situaciones sociales y laborales. El entrenamiento en el trabajo y las clases de fortalecimiento de las relaciones también son importantes.
Los miembros de la familia y los cuidadores son muy importantes durante el tratamiento. La terapia puede enseñar habilidades importantes, como:
El pronóstico es difícil de predecir. La mayoría de las veces, los síntomas mejoran con medicamentos. Pero muchas personas pueden tener dificultad para desempeñarse. Están en riesgo de episodios repetitivos, especialmente durante las etapas iniciales de la enfermedad.
Las personas con esquizofrenia pueden necesitar apoyo en el hogar, rehabilitación ocupacional y otros programas de apoyo comunitario. Las personas que sufren las formas más graves de este trastorno probablemente sean incapaces de vivir solas y necesiten vivir en hogares comunitarios u otros lugares estructurados por largo tiempo.
Es muy probable que los síntomas reaparezcan cuando se suspenda el medicamento.

Posibles complicaciones

Tener esquizofrenia incrementa su riesgo de:
  • Desarrollar un problema con el alcohol o las drogas. El consumo de estas sustancias aumenta las probabilidades de reaparición de los síntomas.
  • Enfermedad física. Esto se debe a un estilo de vida inactivo y a los efectos secundarios de los medicamentos.
  • Suicidio.
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jueves, 1 de noviembre de 2018

Transtorno afectivo bipolar

¿Qué es el transtorno afectivo bipolar?


Este trastorno afecta a alrededor de 60 millones de personas en todo el mundo. Se suele caracterizar por la alternancia de episodios maníacos y depresivos separados por periodos de estado de ánimo normal. Durante los episodios de manía, el paciente presenta un estado de ánimo exaltado o irritable, hiperactividad, verborrea, autoestima elevada y una disminución de la necesidad de dormir. Las personas que presentan solamente episodios maníacos y no sufren fases depresivas también se clasifican dentro del diagnóstico de trastorno bipolar.

Se dispone de medicamentos que estabilizan el estado de ánimo con los que atajar eficazmente las fases agudas del trastorno bipolar y prevenir las recidivas. Además, el apoyo psicosocial es un elemento esencial del tratamiento.

El trastorno bipolar es una enfermedad en la que la característica principal es los cambios extremos de humor –períodos en los que las personas que lo padecen se encuentran extremamente eufóricos (o maníacos), y períodos en los que se encuentran excepcionalmente afligidos (o deprimidos). A veces a esta condición se le llama también trastorno maníaco-depresivo. Los cambios de humor son claramente extremos y fuera de lo que se considera normal para esa persona teniendo en cuenta su personalidad y circunstancias personales. A veces se dan una mezcla de síntomas depresivos y maníacos al mismo tiempo. El trastorno bipolar afecta a menos de 1 persona de cada 100. Es extremadamente infrecuente antes de la pubertad pero algo más común durante la adolescencia y la edad adulta. Aunque las causas no se conocen por completo, el trastorno bipolar (T.B.), tiende a aparecer en determinadas familias. Algunas enfermedades físicas o acontecimientos estresantes pueden desencadenar un episodio. Esta enfermedad es más difícil de reconocer en la adolescencia porque las conductas extremas pueden ser parte normal de esta época de la vida.
  • Parto
  • Medicamentos como antidepresivos o esteroides
  • Períodos de no poder dormir (insomnio)
  • Consumo de drogas psicoactivas
Síntomas
  • Fácil distracción
  • Participación excesiva en las actividades
  • Poca necesidad de sueño
  • Deficiente capacidad de discernimiento
  • Control deficiente del temperamento
  • Comportamientos imprudentes y falta de autocontrol, como beber, consumir drogas, tener relaciones sexuales con muchas parejas, apostar y hacer gastos exagerados
  • Estado de ánimo muy irritado, pensamientos apresurados, hablar mucho y tener creencias falsas acerca de sí mismo o de sus capacidades
  • Tristeza o estado de ánimo deprimido diariamente
  • Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones
  • Problemas en la alimentación como falta de apetito y pérdida de peso o consumo exagerado de alimentos y aumento de peso
  • Fatiga o desgano
  • Sentimientos de minusvalía, desesperanza o culpa
  • Pérdida del placer de realizar actividades que alguna vez disfrutaba
  • Pérdida de la autoestima
  • Pensamientos de muerte o suicidio
  • Dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado
  • Alejarse de los amigos o las actividades que alguna vez disfrutaba
  • Los síntomas de depresión y manía pueden ocurrir juntos, lo cual se llama estado mixto.
  • Los síntomas también pueden ocurrir inmediatamente uno después de otro, lo cual se denomina un ciclo rápido.







¿Cuáles son sus causas?

El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres. Con frecuencia comienza entre los 15 y 25 años. La causa exacta se desconoce, pero se presenta con mayor frecuencia en parientes de personas que padecen dicho trastorno.
En la mayoría de las personas con trastorno bipolar, no hay una causa clara para los períodos (episodios) de extrema felicidad y mucha actividad o energía (manías) o de depresión y baja actividad o energía (depresión). Los siguientes factores pueden desencadenar un episodio maníaco:


La fase maníaca puede durar de días a meses. Puede incluir los siguientes síntomas:
El episodio depresivo puede incluir estos síntomas:
Las personas con trastorno bipolar están en alto riesgo de cometer suicidio. Pueden consumir alcohol u otras sustancias en exceso. Esto puede empeorar los síntomas y el riesgo de suicidarse.
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Síntomas

La fase maníaca puede durar de días a meses. Puede incluir los siguientes síntomas:
  • Fácil distracción
  • Participación excesiva en las actividades
  • Poca necesidad de sueño
  • Deficiente capacidad de discernimiento
  • Control deficiente del temperamento
  • Comportamientos imprudentes y falta de autocontrol, como beber, consumir drogas, tener relaciones sexuales con muchas parejas, apostar y hacer gastos exagerados
  • Estado de ánimo muy irritado, pensamientos apresurados, hablar mucho y tener creencias falsas acerca de sí mismo o de sus capacidades
El episodio depresivo puede incluir estos síntomas:
  • Tristeza o estado de ánimo deprimido diariamente
  • Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones
  • Problemas en la alimentación como falta de apetito y pérdida de peso o consumo exagerado de alimentos y aumento de peso
  • Fatiga o desgano
  • Sentimientos de minusvalía, desesperanza o culpa
  • Pérdida del placer de realizar actividades que alguna vez disfrutaba
  • Pérdida de la autoestima
  • Pensamientos de muerte o suicidio
  • Dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado
  • Alejarse de los amigos o las actividades que alguna vez disfrutaba
Las personas con trastorno bipolar están en alto riesgo de cometer suicidio. Pueden consumir alcohol u otras sustancias en exceso. Esto puede empeorar los síntomas y el riesgo de suicidarse.
Los episodios de depresión son más frecuentes que los de manía. El patrón no es el mismo en todas las personas con trastorno bipolar:
  • Los síntomas de depresión y manía pueden ocurrir juntos, lo cual se llama estado mixto.
  • Los síntomas también pueden ocurrir inmediatamente uno después de otro, lo cual se denomina un ciclo rápido.

Tratamiento

El objetivo principal del tratamiento es:
  • Hacer que los episodios sean menos frecuentes e intensos
  • Ayudar a que usted se desempeñe bien y disfrute la vida en casa y en el trabajo
  • Prevenir la autoagresión y el suicidio
MEDICAMENTOS
Los medicamentos son una parte fundamental del tratamiento del trastorno bipolar. Casi siempre, los primeros medicamentos utilizados se denominan estabilizadores del estado de ánimo, los cuales le ayudan a evitar los altibajos en el estado anímico y los cambios extremos en la actividad y el nivel de energía.
Con medicamentos, es posible que empiece a sentirse mejor. Para algunos, los síntomas de manía pueden sentirse bien o se pueden presentar efectos secundarios de los medicamentos. Como resultado de esto, usted puede verse tentado a dejar de tomar sus medicamentos o cambiar la forma como las está tomando. Pero dejar de tomar sus medicamentos o tomarlos de la manera incorrecta puede provocar que los síntomas reaparezcan o que lleguen a ser mucho peores. NO deje de tomar ni cambie las dosis de sus medicamentos. Si tiene preguntas sobre sus medicamentos, hable primero con su proveedor.
Pídale a los miembros de la familia o los amigos que le ayuden a tomar los medicamentos de la manera correcta. Esto significa tomar la dosis correcta a la hora indicada. Además, pueden ayudar a verificar que los episodios de manía y depresión se traten tan pronto como sea posible.
Si los estabilizadores del estado de ánimo no ayudan, su proveedor puede sugerir otros medicamentos, como los antipsicóticos o los antidepresivos.
Necesitará hacer visitas regulares al psiquiatra para hablar acerca de sus medicamentos y sus posibles efectos secundarios. Los exámenes de sangre a menudo también son necesarios.
OTROS TRATAMIENTOS
Se puede usar la terapia electroconvulsiva (TEC) para tratar la fase depresiva o maníaca del trastorno bipolar si no responde a los medicamentos.
Las personas que están en la mitad de episodios maníacos o depresivos posiblemente necesiten permanecer en un hospital hasta que su estado anímico se estabilice y su comportamiento esté bajo control.
PSICOTERAPIA Y PROGRAMAS DE APOYO
Unirse a un grupo de apoyo puede ayudarle a usted y a sus seres queridos. La participación de los familiares y cuidadores en su tratamiento puede ayudar a reducir la probabilidad de reaparición de los síntomas.
Las habilidades importantes que usted puede aprender en tales programas incluyen:
  • Cómo hacerle frente a los síntomas persistentes, incluso mientras esté tomando medicamentos
  • Cómo dormir bien y mantenerse alejado de las drogas psicoactivas
  • Cómo tomar las medicamentos correctamente y saber cómo manejar los efectos secundarios
  • Cómo estar atento al retorno de los síntomas y saber qué hacer cuando estos reaparezcan
  • Cómo averiguar qué desencadena los episodios y cómo evitar dichos desencadenantes
La psicoterapia con un profesional en salud mental puede ayudarle a las personas que tienen trastorno bipolar.


Expectativas (pronóstico)

Los períodos de depresión o manía retornan en la mayoría de las personas, incluso con tratamiento. Las personas también pueden tener problemas con el alcohol o el abuso de drogas. Igualmente pueden tener problemas con las relaciones interpersonales, la escuela, el trabajo y las finanzas.
El suicidio es un riesgo muy real tanto durante el estado de manía como durante la depresión. Las personas con trastorno bipolar que piensan o hablan respecto al suicidio necesitan atención de emergencia de inmediato.